"Es un evento donde se toca música católica y se reunieron muchos jóvenes en un gran ambiente de fiesta y alegría, todos unidos por la misma convicción de amor a Jesús".

Max García, Pastoral Uandes

"Vinimos a la misa de apertura con el Papa en el Parque Eduardo VII.
Fue impresionante la cantidad de gente que había. Muchísimos peregrinos de distintas nacionalidades. En el comienzo hubo un mini concierto, luego se leyeron algunas cartas para el Papa, y por último él dio un discurso corto, pero que caló profundo en el corazón de cada participante".

Elena Montes, Santiago

"Visitando el Palacio da Pena, una actividad muy entretenida que requiere de una larga, pero linda caminata. El palacio es extraordinario, este tiene unas vistas increíbles y es muy reconocido por sus diversos colores".

Francisco Barroilhet, Santiago

"La frase del Papa que más me llamó la atención fue 'Jesús me llamó por mi nombre', dice Ignacia, del centro cultural Aconcagua. Por su parte Constanza, de Santiago, cuenta que "fue muy iluminador oír del Papa que Cristo no apunta con los dedos, sino que nos recibe con los brazos abiertos. Francisca, de Concepción, explica que "es muy emocionante ver a tantos jóvenes compartiendo una misma causa".

No solo ver al Papa pasar

"La jornada no es solo el evento en sí, sino que es algo que se vive y se siente por todas partes. Los peregrinos irradian alegría dejando atrás su cansancio.

Hoy fue la llegada del Papa Francisco. Esperamos largas horas, estábamos cansadas, apretadas por la cantidad de personas, con algo de hambre, calor y sueño, pero con fe en que esta experiencia daría frutos, los que pondremos a disposición de los demás. No queremos quedarnos con lo material, no solo buscamos ver al Papa pasar, buscamos experimentar la dimensión profunda de la JMJ, ver a nuestra Iglesia viva, joven y su acercamiento cariñoso hacia nosotros. Personalmente espero que esta experiencia me ayude a encontrar mi camino para vivir más en Cristo, cooperar con la misión de la Iglesia de proclamar el Evangelio, aclarar mi corazón hacia la verdad y el bien, tener confianza -y lo más importante-, tener el coraje para ir contracorriente, sin miedo, confiando en el Señor como Él confía en mí. Confiar como lo hizo Pedro al obedecer a Jesús y volver a echar las redes de pesca después de una noche sin éxito. Espero que esta jornada me ayude a conocer mejor el sentido de la Iglesia, vivirlo y poder descubrir cuál es el camino que el Señor tiene pensado para mí".

Tatiana Ilić, Viña del Mar 

Palabras del Papa a los jóvenes en el Parque Eduardo VII