Imaginación de la Caridad

¿Cómo acompañar sin estar físicamente junto a una persona? ¿Cómo ir más allá de una junta virtual? ¿Cómo superar los límites que impone la situación de pandemia para estar realmente con quienes lo necesitan? La caridad enciende cabezas y corazones y se puede palpar cuán creativo es el amor.

"Smile Delivery” y “Shoppers de la alegría”

“El año pasado, junto con un grupo de alumnas de distintos colegios realizamos visitas a un jardín infantil en situación vulnerable. Fue una muy buena experiencia, que queríamos mantener este 2020 pero, lamentablemente y producto del COVID-19, esto parecía imposible. Sin embargo, también nos dimos cuenta de que ahora, más que nunca, hay niños y adultos mayores que requieren de nuestra compañía, ya que la mayoría se encuentran sin visitas. Esto nos desafió a buscar nuevas maneras para llegar donde más nos necesitan. ¡Ni el aislamiento, ni la cuarentena nos detendrían!

Tras una lluvia de ideas, a finales de abril lanzamos “Smile Delivery”, iniciativa que consiste en entregar una sonrisa a quienes más la necesitan, comunicándonos por escrito o de forma online. Quince estudiantes -universitarias y escolares mayores de 14 años- somos “shoppers de la alegría”. Todas tenemos la inquietud de querer combatir uno de los mayores efectos secundarios de la pandemia: la soledad. ¡No podíamos quedarnos tranquilas en nuestras casas frente a la televisión, sabiendo que teníamos mucho que aportar!

Nuestro primer delivery fueron cartas a los pacientes del Hospital Sótero del Río. Cada una de nosotras le escribió a un niño, del que sabíamos su nombre y una breve descripción de su situación, tanto familiar como de salud. Con palabras animantes, fotos y juegos buscamos entretenerlos y hacerlos sonreír. Algunas escribieron más de una carta y fue grande la sorpresa cuando desde el hospital nos dijeron que algunos niños querían seguir en contacto y conocer a la autora. “Es una experiencia en la que uno no solamente da alegría a otras personas, porque esa alegría también se contagia a uno mismo” reconoce Trinidad Gutiérrez, alumna de 8º básico del Colegio los Alerces.

La siguiente semana “visitamos” vía Zoom a los adultos mayores del Hogar Español. Pudimos cantar, tocarles guitarra y recitarles poesías. Fue una experiencia enriquecedora; ellos se veían muy animados y participando activamente en el encuentro; incluso uno de ellos se animó a cantarnos una canción de España, su país de origen. Quedamos con el compromiso de rezar especialmente por cada uno y por el personal sanitario. Es impresionante ver cómo 40 minutos con actividades tan simples, pueden significar tanto.

Son shoppers de la alegría, pues todas las semanas realizan visitas virtuales a quienes necesitan un poco de compañía.

Nos fuimos entusiasmando cada vez más y decidimos preparar una obra de teatro, “Don Anacleto Avaro”, que incluyó una auténtica puesta en escena. Cada una desde su casa se disfrazó y sacó a la luz toda su personalidad teatral. Los espectadores fueron abuelos y familiares de las mismas actrices y quienes viven en el centro de la Obra Mar del Plata. Aunque fue online sacamos risas y carcajadas entre nuestra audiencia.

“Smile Delivery” es un proyecto social on line del club Las Compuertas en el que participan universitarias y alumnas desde octavo básico.

El proyecto fue creciendo y, paradójicamente, nos dimos cuenta de que la barrera física era una oportunidad para llegar más lejos, incluso a Chiloé… Este es el “pedido” más reciente: “visitas” a señoras mayores en grupos pequeños para conversar con cada una de forma más personal. Una de ellas es Iris, a quien conocimos en los Trabajos de Verano del año pasado. Recién operada de cáncer y bastante sola por el aislamiento, Iris se pudo conectar con tres de nosotras por videollamada de WhatsApp desde esta isla en el sur de nuestro país. También lo hicimos con Carmen y Rosario, a las que también “visitamos” por Zoom. Fue todo un desafío explicarles el uso de las distintas plataformas, pero luego de diversas prácticas lo logramos. Estaban muy contentas, con ganas de repetirlo; una de ellas nos dio especialmente las gracias por ser sus “tres aparecidas nietas”. “Es increíble cómo con una actividad tan chica se logra sacar una sonrisa tan grande”, nos comentó Isabel Kuhlenthal, alumna de 8º de los Alerces.

Los jóvenes tenemos mucho que ofrecer. Con creatividad podemos lograr un trato personal con tantas personas que valoran estos pequeños gestos, que agradecen una preocupación real por ellas y sus familias y que pueden enriquecernos en gran manera. Estamos convencidas de que las más beneficiadas estamos siendo nosotras y esperamos poder seguir siendo shoppers, entregando esas sonrisas que el mundo necesita”.

Eugenia Izquierdo y Camila Ochoa, organizadoras de la iniciativa “Smile delivery”


Todos Podemos Ayudar

Así como el proyecto del Club Las Compuertas, estos son los relatos de otras cuatro iniciativas que tienen el mismo objetivo: estar atentos a las necesidades de los demás.

En la clínica de la Universidad de los Andes el voluntariado no puede cooperar con los capellanes en la atención espiritual que se ofrece debido a la actual contingencia sanitaria.

Ana María Medina, es coordinadora de capellanía y cuenta que “los pacientes internados por Covid 19 que están graves se encuentran solos, porque el protocolo no permite a sus familiares visitarlos, ya que deben cumplir cuarentena por haber estado en contacto directo con el enfermo. Mi tarea entonces ha sido llamar al familiar que figura como contacto en la ficha clínica, para así servir de nexo con el enfermo. Nos piden que el sacerdote les rece oraciones especiales, les lea cartas que les envían o les haga llegar audios de familiares. Es un servicio que ha tenido muy buena acogida y que es tranquilizador para las familias. También para mí, en lo personal, es una hermosa labor que me ha reconfortado mucho dentro de la difícil situación que vivimos”.

Uno de los capellanes de la Clínica de la Universidad de los Andes, padre Hernán Garcés, asiste espiritualmente a los enfermos que lo deseen.

El Policlínico El Salto, en la comuna de Recoleta, permanece cerrado por la cuarentena; sin embargo, diversos profesionales continúan en contacto con sus pacientes. Es el caso del psiquiatra Tomás Middleton, quien con su experiencia continúa ayudando a quienes tienen problemas de alcoholismo. “Realizo las sesiones vía remota y hacemos talleres por un pago simbólico”, señala. Dado el contexto país, ha visto cómo han surgido problemas de relaciones al interior de las familias. “Es un gran desafío seguir ayudando, a pesar de las dificultades que enfrentamos al no poder atender presencialmente”, explica.

El personal del Policlínico El Salto espera con ansias el fin de la cuarentena para atender a los pacientes de manera presencial en sus dependencias recién renovadas. Por ahora, utilizan sesiones vía remota.

Desde la Escuela Agrícola las Garzas en San Fernando, Pablo Amaya, profesor jefe de octavo básico, cuenta que la situación actual ha sido todo un desafío: “Me comunico lo más posible con mis alumnos no sólo por lo académico, sino para ver cómo está cada uno, y me alegra ver las ganas que tienen de volver al colegio. También vemos cómo ayudar a las familias con problemas económicos. Los apoderados son muy solidarios y se han ayudado unos a otros: por ejemplo, ante la situación de papás cesantes, colaboran para el pago de internet de esas familias”.

Ubicada en el corazón de la a región de O'Higgins, los profesores de la Escuela Agrícola Las Garzas “conectan” con cabeza y corazón para que sus alumnos aprendan de manera remota.

El Colegio PuenteMaipo, ubicado en el sector de Bajos de Mena, constató las dificultades de sus alumnos para poder continuar el aprendizaje con modalidad online. Sólo el 53 % de las familias del colegio cuentan con internet y el 48% tiene solo una tablet o computador en su hogar. Hasta el momento han conseguido donaciones de 50 tablets y tarjetas SIM con conexión a internet. “Empezamos con tutorías por teleconferencia y los apoderados están muy agradecidos por el apoyo.Además, estamos rezando el rosario en línea y el último sábado del mes de mayo nos juntamos a rezar en comunidad: padres, apoderados y profesores”. “Las familias con dificultades en sus relaciones, saben que pueden buscar apoyo en El Centro de Familia de la Fundación Nocedal y esperamos repartir pronto 200 canastas con mercadería entre quienes están más necesitados”.

Las cajas han sido armadas gracias al esfuerzo de administrativos, profesores y auxiliares en sus respectivos turnos éticos.

Si quieres saber más sobre los que decía san Josemaría sobre la caridad, puedes escuchar su homilía: "Con la fuerza del amor".

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