“¿No será que la Iglesia necesitaba con urgencia a Francisco?”

El #Modopapa marca agenda en este cierre de año en las obras corporativas del Opus Dei. Un buen ejemplo es el coloquio que acaba de realizar la Escuela de Negocios de la Universidad de los Andes, ESE, donde un centenar de personas se dieron cita para escuchar al sacerdote Alejandro González y al docente de esa casa de estudios y columnista del diario El Mercurio, Joaquín García Huidobro.

“La centralidad de Jesucristo”, “una Iglesia en salida”…fueron algunos de los focos que marcaron las intervenciones. El sacerdote Alejandro González apuntó a acercarse a la figura de Francisco a través de su enseñanza espiritual en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium: una Iglesia en salida”. Aquí profundizó en la centralidad de Jesús en el Evangelio, afirmando que “El Papa nos anima a poner en el centro de nuestra vida la figura de nuestro Señor Jesucristo. El evangelio es Jesús, es la Buena Nueva”.

"Lo importante es que la Iglesia no hable de sí misma, sino que de Jesucristo, es decir, de una Iglesia en salida."

"El Papa nos anima a poner en el centro de nuestra vida la figura de nuestro Señor Jesucristo. El evangelio es Jesús, es la Buena Nueva”.

Explicó también un concepto habitual en las homilías del Papa: Iglesia en salida. “La Iglesia tiene como característica que es el cuerpo, el lugar, el espacio donde el hombre se une con Dios y se une entre sí”. Agregó que el foco está puesto en la resurrección y en la sagrada Eucaristía:“es como la luna que refleja la luz del sol y que en este caso en particular debe reflejar la luz de Dios. Lo importante es que la Iglesia no hable de sí misma, sino que de Jesucristo, es decir, de una Iglesia en salida.

Finalmente, ahondó en el concepto de misericordia, sello del pontificado de Francisco: “La Iglesia tiene que tener siempre las puertas abiertas para que sus hijos se comuniquen con su Padre”, poniendo como ejemplo concreto la confesión: “el Papa lo ha dicho varias veces: el confesionario no es una sala de tortura sino una sala de misericordia” concluyó.

El buen pastor

El encuentro continuó con la intervención de Joaquín García Huidobro, quien se refirió a “El mundo de Francisco”. El académico dio varias pistas para comprender su pontificado. “Se puso Francisco a secas. Que lo remite inequívocamente a la figura de Francisco de Asís. Nadie duda que san Francisco está en el top ten de la Iglesia.” Explicó que ese primer gesto, marcaría los pasos de su pontificado: “En su simplicidad, se trata de una vía muy difícil porque en ella no hay nada planeado y todo queda entregado a la inspiración del espíritu y a la capacidad de ese hombre de seguirla”.

Él se limita a abrazar a todos: “A esos católicos heridos, escandalizados. Él los acompaña en su dolor y en su desconcierto”.

Francisco de Asís dando un sermón a las aves. Fresco de Giotto en la basílica dedicada al santo, en Asís.

Aprovechó la ocasión para contrastarlo con aquellos que tienen una línea de pensamiento más planificada. “El elemento Tomás (de Santo Tomás de Aquino) y Francisco son claves para la vida de la Iglesia y se requieren recíprocamente. La vida de Tomás es magnífica, pero corre el riesgo de querer entenderlo todo, de querer planificarlo todo. Es un peligro que afecta a sus seguidores”. Luego agregó que la ruta de Francisco “está amenazada, por así decirlo, por el caos”, enfatizando que “uno necesita del otro para mantener ese carácter sinfónico”. Señaló que en la actualidad eso se refleja en Benedicto y Francisco. “Uno habló mediante la palabra escrita con libros que pasaron a la historia. El otro, con sus gestos que también hacen historia”.

Sobre su elección analizó que “uno podría pensar que fue una suerte de accidente, pero también cabe la posibilidad de verlo de manera distinta. ¿No será que la iglesia necesitaba con urgencia una figura semejante?”, argumentando que en vez de dar explicaciones, él se limita a abrazar a todos: “A esos católicos heridos, escandalizados. Él los acompaña en su dolor y en su desconcierto”.

También tuvo palabras para aquellos que buscan misericordia. “El pastor bueno deja a las 99 y va por la oveja perdida. Él se dirige a los desorientados a los alejados, a los con duda y con una hoja de vida que dista de ser impecable. Su público objetivo es el hijo pródigo. Y a ellos no se les puede hablar con sutilezas, se les debe hablar con lo fundamental que es Jesucristo”, concluyó.