La Virgen del Carmen en la historia de Chile

Tanto en la independencia de nuestro país, como en la Guerra del Pacífico, dos de los principales hitos en la historia de Chile, los héroes nacionales se consagraron a la Virgen del Carmen.

Arturo Prat, al momento de morir en la rada de Iquique, llevaba puesto el Escapulario del Carmen al igual que toda su tripulación.

La Santísima Virgen del Carmen es invocada en nuestra Patria como Reina y Madre de Chile, Patrona y Generala Jurada de las Fuerzas Armadas y de Orden, títulos que son fruto del reconocimiento especial de la protección de la Madre de Dios a lo largo de nuestra historia.

La historia comienza en 1595, cuando los misioneros agustinos venidos de España llegaron a Chile enseñado el Evangelio junto con dar a conocer y honrar a la Santísima Virgen María, bajo la advocación del Carmen. Esta devoción se extendió rápidamente en el pueblo. Se

crea la primera Cofradía del Carmen en Concepción en 1648 para dar a conocer su devoción. Así cada 16 de julio (día en que la Iglesia celebra la Fiesta de Nuestra Señora del Carmen)  los padres agustinos sacaban en procesión la imagen por las principales calles de la ciudad.

Desde los inicios de nuestra Patria La Virgen del Carmen aparece vinculada como un símbolo cívico-religioso. 

En 1817 los generales José de San Martín y  Bernardo O´Higgins se acogen a la Virgen del Carmen como Patrona, jurándole fidelidad, mientras estaban en Mendoza, años después del “desastre de Rancagua”. También prometen esta fidelidad todos los oficiales y las tropas del ejército Libertador. Los patriotas, llenos de coraje, invocan a su Patrona en la  travesía de Los Andes y en la Batalla de Chacabuco, logrando la victoria gracias a su intercesión el 12 de febrero de 1817. 

Posteriormente el pueblo entero junto a las autoridades civiles, religiosas y militares, se reunieron el 14 de marzo de 1818 en la Catedral de Santiago e hicieron un juramento que tuvo su fruto en la Batalla de Maipú, el 5 de abril de 1818. El General Bernardo O´Higgins puso la primera piedra del que sería el Templo Votivo de Maipú, actualmente Santuario

Nacional y Basílica del Carmen.  

El segundo gran momento de devoción nacional a la Patrona fue durante la Guerra del Pacífico, donde se destaca el hecho que Arturo Prat, al instante de morir en la rada de Iquique, llevaba puesto el Escapulario del Carmen al igual que toda su tripulación.  

Además, después de la Guerra del Pacífico, el 14 de marzo de 1881, el General Manuel Baquedano concurrió ante la imagen de la Virgen del Carmen y colocó su espada victoriosa en sus manos, ante las aclamaciones de una gran multitud diciendo “A Ella le debemos todos

nuestros triunfos”. Con este gesto, hizo entrega solemne de su espada de la victoria a la Patrona Jurada del Ejército de Chile. 

Poco tiempo después, en el año 1887, Monseñor don Ramón Ángel Jara -autor de la tradicional Oración a la Virgen del Carmen por Chile- concibió la idea de levantar un monumento de gratitud a la Virgen, en el propio Monte Carmelo. Con el bronce de cañones del Ejército chileno hizo fundir una imagen de la Virgen, la que -colocada en un monumento

de granito- permanece hasta hoy a la vista de los peregrinos que llegan a rezar al monte santo.

Luego de la Guerra del Pacífico el pueblo de Chile solicita oficialmente a la Santa Sede la proclamación de la Virgen del Carmen como Patrona de Chile y luego su coronación como Reina, lo cual se obtiene en 1923 gracias al decreto Vaticano emitido por el Papa Pío XI.

Bibliografía

Material provisto por la Cofradía Nacional del Carmen.

-Historia y Devoción a la Virgen del Carmen, Obispado Castrense de Chile. Pbro. Claudio Verdugo Cavieres. Santiago de Chile 2007.

-Virgen del Carmen Reina de Chile. Revista Aniversario de Coronación 80 años. Diciembre 2006.

-Aprendo quién es la Virgen del Carmen. Conferencia Episcopal de Chile. Área Educación 2010.