Frases que incendiaron corazones en un invierno lluvioso

Llevaba una semana lloviendo, día y noche, durante la visita de san Josemaría a Chile. Y esto nunca había sucedido. Pero en cada encuentro, no había hielo, allí todo era calor. San Josemaría captó esa ola de afecto y se volcó con todos esos chilenos que habían tenido que enfrentar múltiples obstáculos para ir a escucharlo.

¿Qué dijo San Josemaría sobre la Alegría, la Filiación Divina, la Confesión y el Amor de Dios? En este artículo, frases dichas hace 40 años, que no pierden actualidad.

Un retrato de San Josemaría a partir de frases que pronunció en Chile, publicado en la hoja informativa "San Josemaría hoy"

La confesión

“¡A confesar, a confesar, a confesar! Que Cristo ha derrochado misericordia con las criaturas. Las cosas no marchan, porque no acudimos a Él, a limpiarnos, a purificarnos, a encendernos (...).¡El Señor está esperando a muchos para que se den un buen baño en el Sacramento de la Penitencia! Y les tiene preparado un gran banquete, el de bodas, el de la Eucaristía; el anillo de la alianza y de la fidelidad y de la amistad para siempre. ¡Que vayan a confesar! Vosotros, hijas e hijos, acercad a las almas a la Confesión. ¡No hagáis que sea inútil mi venida a Chile! ¡Que sea mucha la gente que se acerque al perdón de Dios!”.

Andrés VÁSQUEZ DE PRADA, El Fundador del Opus Dei III, ed. Rialp, Madrid, 2003, pág. 715.

Un camino de Amor

“El Opus Dei es un camino de amor. En el Opus Dei se puede andar por todos los caminos de la tierra haciéndolos divinos, sin dejar de ser muy humanos, porque Dios Nuestro Señor no nos pide cosas deshu- manas. Si te estoy hablando con este cariño de hermano mayor y de Padre, es porque soy hombre lo mismo que tú. Y cuando hablo con mi Señor -con Dios– (...), le digo que le quiero, porque es ver- dad. Con este corazón, que hubiera podido poner en el cariño de una mujer; con este corazón, con el que he querido a mi madre y a mi padre, te estoy respondien- do a ti y trato con Dios”.

Ana SASTRE, Tiempo de Caminar, ed. Rialp, Madrid, 1990, pág. 567.

Ser hijos de Dios

“A Dios lo encontramos en nuestra vida diaria, en nuestros momentos de cada día aparentemente iguales, de hoy, de mañana y de ayer, de anteayer y de pasado mañana. Está en nuestra comida y en nuestra cena, en nuestra conversación y en nuestro llanto y en nuestra sonrisa. Está en todo. Dios es Padre”.

Ana SASTRE, Tiempo de Caminar, ed. Rialp, Madrid, 1990, pág. 568.

Alegría

“El Señor nos hará felices. Nos quiere felices en la tierra, a sus hijos en el Opus Dei. La alegría nos corresponde como un tesoro inherente a nuestra vocación”.

Ibídem.